Poemas

A pedido de quienes visitan cotidianamente nuestra página, incluimos algunos de los primeros poemas de Adoum. La sección comienza con los que conforman Ecuador Amargo, la partida de nacimiento de Adoum a la literatura. Su publicación suscitó enorme entusiasmo dada, sobre todo, su corta edad: 23 años. Pablo Neruda —de quien había sido secretario privado hasta dos años antes en Chile— se refirió a él como “fina flor de la poesía” tras recomendarle, no obstante: “Debes liberarte de un nerudismo que no te hace falta”, en una carta personal y en un momento en el que todos los poetas jóvenes eran nerudianos. “Como muestra el título de la obra —sostiene la crítica Bárbara Clark—, el tributo a la tierra no es romántico o sentimental, más bien lo que prevalece en ella es su preocupación por la justicia y la injusticia […] la realidad política y social de Latinoamérica”. En el primer ejemplar –que contiene una dedicatoria manuscrita a su entonces esposa y compañera Magdalena– fechó a mano cada uno de los poemas para que a ella le quedara constancia de cuándo los escribió. El pintor ecuatoriano Bolívar Mena Franco ilustró el poemario. Le siguen a estos poemas otros que hacen parte de un sinnúmero de antologías de distintos periodos de su poesía.

A veces soy feliz, pero amanece.

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