la fundación

“Yo creo que los países constituyen un pedestal sobre el cual reposa o se eleva el busto del escritor. Creo que si el Fakir Dávila Andrade hubiera sido mejicano, argentino, o brasileño, habría sido una figura conocida en toda América y traducida a varios idiomas”.

(Jorgenrique Adoum)

¿Quiénes somos?

“¿Vale la pena?”, habría respondido Jorgenrique de habérsele preguntado sobre la creación de esta Fundación que lleva su nombre, porque siempre rehuyó el aplauso, la lisonja, los halagos. Pero movidas por la exigencia de sus lectores, tras su fallecimiento su mujer, Nicole Rouan, y sus hijas, Alejandra y Rosángela, decidieron, contrariándolo, crearla de todos modos.

¿Por qué somos?

Ecuador no ha sido un pedestal lo suficientemente alto para que se puedan ver sus figuras a la distancia. En lo que a Jorgenrique se refiere, la Fundación pretende ser uno para acercarlo a quienes todavía no lo conocen y a quienes, conociéndolo, quieren tenerlo más “de cerca y de memoria”.

¿Qué queremos?

Cuidar y difundir el inmenso legado literario y cultural de esta figura prominente de las letras y de la cultura, promover su obra y su personalidad, ordenar y digitalizar sus archivos, publicar materiales inéditos, tanto textos como materiales audiovisuales y sonoros, y poner este material al alcance de lectores, investigadores y académicos.

Lo terrible de la muerte es que se deja de pensar,
pero el desvelo es peor: hace recordar.

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